Principio de causa y efecto -el gran libro del Kybalión

El aprendizaje siempre es continuo, llevado a práctica, nos conduce hacia la sabiduría. Esa forma de aprendizaje, se conoce como evolución, aunque al principio esté lleno de errores. Cada equivocación nos llevará a unos efectos y estos tendrán unas causas. También se conoce como el efecto boomerang, principio de acción y reacción. A esta ley, le debemos prestar más atención y asimilarla bien. Este principio es la causa del conocimiento de los cinco principios anteriores. Es el reflejo de lo aprendido. Este es el principio de causa y efecto. Decía el maestro Jesús que: no cae una hoja del árbol sin que el Padre, a través de sus leyes, lo decrete.

Gracias a este conocimiento comprenderemos que no somos una hoja sometida al viento caprichoso de las casualidades. Por eso, este principio hermético empieza comentando lo siguiente… El Kybalión dice que: «Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo a la ley; la suerte no es más que el nombre que se le da a la ley no reconocida; hay muchos planos de causalidad, pero nada escapa a la ley». La verdad es que todo efecto tiene su causa y toda causa su efecto. Porque nada ocurre casualmente, todo sucede conforme a la Ley. Si eres capaz de encontrar las causas, eliminarás sus efectos.

El sexto principio que viene ahora, aunque parece fácil de entender, no es fácil de aplicar a nuestra vida. Se trata de la idea que toda causa tiene su efecto. O si lo prefieres, todo efecto tiene su causa. Es decir, todo cuanto nos pasa (efecto) tiene un origen (causa) y esta causa es algo concreto y especifico. Esta ley, siempre obedece y cumple el lema del sexto principio. Aunque creas que este mundo es caótico. El principio de causa y efecto dice, que no hay efecto sin causa, al igual que no hay estímulo sin respuesta. Por ejemplo, el EFECTO de ser infeliz tiene su CAUSA. Sea la causa que sea, tendrá su efecto.

Este principio también dice que, todo lo que hagamos a los demás, ya sea bueno o malo, nos será devuelto. De ahí, que también se conozca a este principio de causa y efecto como el efecto boomerang. Para cambiar los efectos, hay que cambiar las causas. Vamos a analizar este lema de la causa y efecto por partes o frases. La primera frase dice que: «TODO EFECTO TIENE SU CAUSA Y TODA CAUSA TIENE SU EFECTO». Con esto se quiere decir que nada sucede por casualidad o porque sí. El azar no existe. La palabra casualidad es una palabra vacía. No tiene el mismo significado que la palabra CAUSALIDAD.

Lo importante de este lema es comprender que si cambias las CAUSAS que están provocando las situaciones que te llevan a ser infeliz, cambiará la dirección en tu vida. Al cambiar las CAUSAS conseguiremos tener el EFECTO deseado, que es tu felicidad. Las CAUSAS se cambian a través de los pensamientos, sentimientos o emociones llevados a la acción.
Tres conceptos que forman una trinidad unidos bajo la coherencia mental, tu corazón y sus acciones. Vivimos en un universo causal. Un universo que es el efecto de una causa anterior a él. Es decir, nuestro universo es un efecto visible producto de una causa invisible.

Pero al mismo tiempo, es tangible desde la perspectiva de observadores de ese universo, del que ya estamos palpando sus efectos. Esto que en lenguaje hermético se llama CAUSA ÚNICA (la primera), es lo que comúnmente conocemos con el nombre de Dios, el TODO, la divinidad o el universo. El Todo o Dios es la primera causa. Detrás de él no se contempla una causa anterior, de la que él sea efecto. Absolutamente, NO ¿??? Él es causa, su presencia, su ser, su vivencia están presentes, sin que causa anterior lo haya originado. Por eso, es la causa única origen de todo lo existente. El principio de causa y efecto nos hace ver que en la vida nada es fruto del azar y que siempre existe una relación entre lo que ha ocurrido y lo que viene enseguida.

El principio de causa y efecto es una ley de vida que muchas personas no tomamos en cuenta. Y que realmente es importante para poder lograr los buenos resultados, en todos los aspectos de nuestra vida. Es una ley que funciona perfectamente en todos los planos, partes o etapas vibratorias. Y a su vez, atrae a todo lo que sembramos, tanto en pensamiento, palabra, sentimiento, emoción y acciones. Esto quiere decir que todo lo que hacemos pone en movimiento una causa. Y que ésta trae una consecuencia positiva o negativa. El universo no juzga ese efecto, que dependerá de la causa puesta en movimiento.

No existe el azar. La buena o mala suerte, sólo son resultados. Todos tenemos responsabilidades que elegimos libremente cumplir. Y que no debemos eludir. Si las eludimos tendremos que hacer las correcciones correspondientes. Y mientras las estamos evadiendo, mientras seguimos en esa zona de confort sin producir cambios, más difícil y penosa será la corrección que debamos hacer, pues las consecuencias no se pueden eludir o evitar. Aunque los actos parecen “insignificantes” pueden afectar a una, a docenas o a cientos de personas. Y de esas consecuencias seremos directamente responsables por nuestra decisión libre de actuar en una dirección determinada.

La propia ley exigirá su pago, su efecto; que penetra en nuestro inconsciente para más tarde salir en esta vida o en otra en forma de programa de pago, de hipoteca. Este proceso es el del aprendizaje y el cambio necesarios para que al final se dé la evolución. En ese proceso final, las obras o acciones no tienen ningún juicio, ni critica o queja. Como somos aún seres que estamos evolucionando, seres imperfectos expuestos a cometer errores, el proceso de evolución está en continuo cambio. Esa transformación se produce desde la coherencia. Actuando, sintiendo y pensando en la misma dirección y logrando que cada día seamos mejores. Así lograremos resultados positivos.

Si Dios es “El Todo” y el Todo está en uno. Y a su vez, nosotros somos parte del Universo dentro del TODO. Nos podemos preguntar… ¿Por qué antes de la CREACIÓN, Dios creó su universo? Este Universo ya existía dentro de Él. En esencia, la primera semilla del universo, así como también la primera semilla de una naranja fue creada por Él, ya existían en su potencia. Todos los árboles de naranjos, con sus frutos y todas sus semillas que han nacido sobre la tierra, ya existían en Él, a través de innumerables milenios. Porque aquella primera semilla que salió de la primera causa única, de todo lo existente, su efecto se volvió causa. Tú, yo, vosotros, como todas las demás cosas que existen, estamos en potencia dentro de la mente de la divinidad. Así ya manifestados, o sea, que somos ya expresados en la materia.

Formamos un TODO GLOBAL que vive dentro de ese TODO CAUSAL. El efecto de un principio único que no es efecto de nada, sino por el contrario causa de Todo. Decimos que nuestro universo es causal. Porque siendo un efecto, bajo el imperio de este principio se vuelve causa, de posteriores efectos. Somos eslabones. Desarrollamos la vida, los sucesos y el escenario donde nos movemos. Bajo este principio de causa y efecto, se forja nuestra individualidad física, mental, emocional y psíquica. Ahora bien, “TODA CAUSA ORIGINA UN EFECTO”, este efecto a su vez se transforma en causa que produce a su vez otro efecto.

Y esto se desarrolla y funciona en todo el Universo. Bajo el fenómeno de causa y efecto, el ser humano estudia la materia y como se desarrolla dentro de la química, la física etc. Veamos una causa: dos metales o sustancias en aleación, efecto: un tercer metal o tercera nueva sustancia. Ejemplo: causa del hidrógeno más oxígeno, efecto: agua. Estudiado este principio, usado positivamente podemos encontrarnos que unos padres equilibrados, tanto educacional como emocionalmente, obtienen como efecto un hogar pacífico, estable, donde los niños se sienten seguros al lado de sus padres. Y los hijos aman y admiran a sus padres.

Todos forman familias ejemplares que obtienen la felicidad y el respeto social. Viven bajo el efecto del Dharma. Si cambias la calidad de tu pensamiento, cambiarás la calidad de tu vida. Se produce un cambio interior. Y esa experiencia traerá un cambio en tu experiencia exterior y viceversa. Recogerás lo que has sembrado ya sea positivo o negativo. Ahora mismo ya lo estás haciendo. Todo lo que eres o llegues a ser será el resultado de tu modo de pensar y de tu actitud. Ten en cuenta que el pensamiento es el arma más importante para lograr tus objetivos. Si deseas el bien a los demás, entonces estas al mismo tiempo deseando el bien para ti mismo.

Las religiones orientales llaman a este principio la Ley del Karma. Y lo interpretan como un reajuste de errores, como un pago por las faltas cometidas. Cuando tu ser era otro, en otra vida. Sin embargo, desde la perspectiva hermética no se incluyen normas que lleven a cabo un castigo a nadie, ni por errores o fallos. Desde el Kybalión se abre la posibilidad que, aunque se produzcan más de un millón errores, al final esa persona puede producir cambios. El karma sólo aporta la comprensión de que el hombre no es ningún títere vapuleado por las fuerzas del destino. Ya que existe una correlación perfecta entre los tipos de vivencias de cada ser y las causas ocultas que las provocan.

También se expone que cada experiencia dolorosa que se vive, es porque falta coherencia y necesita un aprendizaje en su vida. Pero si decides poner fin al sufrimiento, lo lograrás si te enfocas en descubrir las causas y actúas consecuentemente para modificarlas. Esto es muy importante en todo proceso de cambio de conciencia.
¿Estás viendo hacia dónde vas? Si mi punto de vista a ti no te vale. No podrás responder, hasta que no lo compares o relaciones con un tema, una cuestión o situación similar. Tu realmente no puedes definir un hecho sin tener con que poder compararlo y relacionarlo.

Un hogar de quinientos metros cuadrados puede ser pequeño, para alguien acostumbrado a vivir en una casa mayor. Pero puede ser un palacio perfecto para quien nunca ha vivido en un hogar o en una casa. Tus experiencias pasadas influyen en tus evaluaciones. Pero la verdad es que todo, sólo ES lo que ES. Como observador, sólo existe lo que observas. Una circunstancia, una situación, sólo es lo que es y no se puede cambiar. Otra cosa es como vives tú emocionalmente en tu mente ese hecho o situación observada. Un hogar de quinientos metros cuadrados no es realmente pequeño ni grande.

Es sólo un hogar de quinientos metros cuadrados, percibido y descrito por distintas personas como cómodo, claustrofóbico o enorme, dependiendo de la perspectiva de quien lo observa. El "karma" es a la vez, la acción y la consecuencia de esa acción. Es causa y efecto al mismo tiempo, porque toda acción genera una fuerza de energía que vuelve a nosotros de igual manera, el efecto boomerang. Sócrates se refirió al karma como al principio de la Causa y el Efecto. Newton la denominó la Ley de la acción y la reacción. La biblia cristiana nos advierte que cosecharás lo que hayas sembrado.

El escritor Emerson, filósofo y poeta estadounidense del siglo XIX la llamó la Ley de la compensación y al referirse a ella decía: "Todo acto crea su propia recompensa, todo crimen es castigado y toda virtud es premiada” y acabo afirmando “que cada causa tiene un efecto”. Vivimos en un Universo regido por leyes y una de las leyes más importantes de la física tradicional es la que establece que: Para cada causa hay un efecto y cada acción existe una reacción o efecto correspondiente. Todos nosotros producimos acciones o causas diariamente. Nuestro medio simplemente nos devuelve el efecto correspondiente. Todo lo que sucede en nuestra vida, sucede por una razón sepamos o no cuál es.

Por ejemplo, si tú como niño/a nunca aprendiste a ser ordenado/a, más tarde en la vida, esta carencia te generará conflictos. Tal vez con tu esposa/o, en la oficina, donde tendrás caos de papeles, cuentas y recibos extraviados.
Tu desorden lo llevarás a cuestas, irás dándote golpes contra mil obstáculos y seguramente, vivirás echando la culpa a los demás; por tu revés. Así coleccionarás problemas, hasta el día en que resuelvas mirar dentro de ti. Inesperadamente y sin saber por qué se revela en tu mente la visión, la película de tu conflicto mental como causa u origen de esos sobresaltos que te persiguen sin descanso.

Si usas tu inteligencia de aquí en adelante, si eres analítico, reflexivo y ordenado, lo convertirás en tu prioridad. Cuando lo logres estos objetivos entre otros, tu realidad cambiará, tus errores y tropezones serán menores; al final cosecharás más satisfacciones.
Einstein decía… si quieres resultados distintos no realices lo mismo. La gente siempre hace lo mismo. Si te ocurre a ti, estás enfocado en la negatividad; y nada cambia. Cambia el polo de tu vida, céntrate en lo positivo y haz cambios. Si sólo piensas en tu futuro, tendrás sentimientos de miedo, de sufrimiento.

Cuando cambies tu forma de ser y seas consecuente con aquello que piensas, sientes y actúas, entonces tu vida irá en la dirección correcta. Y recuerda, tu futuro será positivo.
Si vives en coherencia tu KARMA (piensas, sientes y actúas) todo te irá bien. Y eso te causará un sentimiento de tranquilidad, armonía y paz. Si deseas crear felicidad en tu vida, debes aprender a sembrar las semillas de la felicidad. Así, el karma entraña la acción que resulta de las decisiones conscientes. Las acciones inconscientes son el resultado de tu inmadurez. El universo te da más aprendizaje.

El karma es el destino de cada persona y se convierte en el protagonista de sus propias acciones. Una acción buena o positiva produce frutos buenos. Una acción mala o negativa comporta malos frutos. Es la ley de acción y reacción. Ahora bien, no existe en este mundo una acción absolutamente buena o absolutamente mala. Todo es relativo bajo el punto de vista emocional de quien lo experimenta y lo observa. Todas las acciones llevan una carga positiva y otra negativa. El universo no toma partido por nada. Sólo te atrae por ley de atracción, aquello que necesitas para tu aprendizaje, ya sea positivo o negativo para ti.

Del mismo modo, no existe una conducta cuyas acciones sean todas buenas. Como no existen otros, que sean totalmente malos. En términos generales, se considera que una buena conducta va acumular más acciones positivas que negativas. Por eso, en la vida de todo ser humano hay placer y dolor en distintas medidas. Siempre en relación directa a la calidad de las acciones pasadas, de los programas emocionales que grabamos en nuestro inconsciente. Las guerras se libran siempre por dentro y por fuera, en cualquier evento, situación o cualquier problema que la vida te trae.

Todo aprendiz del Kybalión debe tener en cuenta este mensaje ante cualquier conflicto que se viva, porque se manifiesta por igual en el plano físico, emocional y mental. Ya sea que te guste o no te guste lo que vives, todo lo que está sucediendo en este momento, es producto de las decisiones que has tomando en tu pasado. Desafortunadamente, mucha gente escoge inconscientemente y, no se da cuenta, que está frente a un abanico de opciones. Sin embargo, todos las tenemos delante. En esencia, todos escogemos entre todas las opciones infinitas. En todo momento de nuestra existencia estamos todos en el campo de todas las posibilidades. Tenemos acceso a un número infinito de opciones.

Algunas de estas opciones se escogen conscientemente mientras que otras se eligen inconscientemente. Han sido grabadas en forma de programas a lo largo de tu existencia o, a lo largo de la existencia de un miembro de tu clan familiar o antepasado. Pero el caso es que resuenan en tu vida seas consciente o no de las decisiones del pasado y las que tomas en cada momento. Si insultamos a alguien, lo más seguro es que esa persona se pueda ofender. Si, en cambio, le hacemos un cumplido, lo más probable es que pueda sentirse complacida o halagada.

Reflexionemos un poco sobre esto, siempre existirá una opción y una actitud que puede ser seleccionada... Podríamos insultarla y esa persona podría optar por no ofenderse porque se encuentra en otro plano vibratorio. Podríamos hacerle un cumplido y ella podría optar por no permitir el elogio; pues le afecta. Lo importante aquí es como lo vive cada uno emocionalmente, esas situaciones. En otras palabras, hay infinitas opciones para escoger las infinitas formas de vivirlo cada uno emocionalmente.
Nos convertimos en repetidores de reflejos condicionados, nos convertimos en receptores y emisores de mensajes. Porque todos somos reflejos de todos.

Si te resuena, si sientes que eres provocado por personas y circunstancias, es porque tus actos son predecibles. En ese caso, el universo te muestra tu reflejo, tu opuesto. Te muestra lo que hay que cambiar. La mayoría de la gente responde de manera consecuente a sus condicionamientos.
Sin saberlo, la mayoría respondemos de manera repetitiva y predecible a los estímulos de nuestro ambiente social. La mayoría de veces, las reacciones son provocadas automáticamente por las personas y por las circunstancias que se convierten en nuestro reflejo, nuestro maestro.

Sin darnos cuenta, olvidamos que esas reacciones son opciones que escogemos en cada momento, a lo largo de nuestra existencia. Lo que sucede es que escogemos todas esas opciones inconscientemente. Porque han sido grabadas en forma de programas, a lo largo de nuestra existencia, a lo largo de la existencia de un miembro que fue antepasado del clan familiar. En palabras del maestro Sivananda: “Eres descendiente de tú pasado y progenitor de tu futuro”. Digamos que las circunstancias (efectos) que van a rodear nuestra vida actual, son ya inamovibles. Puesto que son consecuencia (causa) de cuanto hicimos con anterioridad.

Es como una flecha que se ha lanzado y ya no hay modo de detener. Sin embargo, la actitud o la manera con que afrontamos esas circunstancias van a influir, decisivamente, en la formación de nuestro futuro. Existe una conexión definida entre lo que estamos haciendo ahora y lo que ocurrirá en el futuro. También existe esa relación íntima entre lo que nos ocurre ahora y nuestras acciones pasadas. Nuestro presente está determinado por nuestro pasado. De nuestra actuación presente depende nuestro futuro.

De una buena acción o comentario, emanan vibraciones de alta gama de color, que regresan a ti aumentado el bien que hiciste... De una mala acción, un chisme o comentario, salen vibraciones de baja gama, negativas. La vibración negativa es de color gris o negro, dependiendo del daño que se realice. Esa misma cantidad de energía te regresa aumentada en fuerza. Cuando algo negativo está sucediendo en nuestras vidas, enseguida debemos ir a estudiar la causa que está produciendo ese efecto. Una vez que se encuentra la raíz del efecto negativo, si tomas conciencia se puede eliminar y cambiar. La sensación de malestar desaparece cuando se encuentra la causa que nos está fastidiando. Hay que aprender a corregirla, a cambiarla, sembrando en su lugar una causa coherente y positiva para el efecto que se quiere cambiar.

Si criticas serás criticado. Si dañas serás dañado. Si eres injusto sufrirás injusticia. Pero si siembras bondad, amor y ayuda, vas a recoger bondad, amor y ayuda. Lo que siembras hoy, lo recoges mañana, pero con creces si se realiza conscientemente. Los médicos buscan las causas de los efectos de sus pacientes.Si existe fiebre es un efecto; el médico busca qué causa la produce. Tratada la causa, la fiebre desaparece. Esto sirve tanto para lo físico como para lo social, lo mental, lo emocional y lo material.

Si tus negocios no van bien, si tu desarrollo profesional no es suficiente busca la causa, modifícala y el efecto se modificará también. Si nadie te ama, si te sientes infeliz en tu hogar, si es un infierno, estudia la causa, cámbiala, transfórmala y el efecto se arreglará también. A esto se llama polarizar, pasar de una causa negativa a otra positiva. Con cada tropiezo que se tenga se buscará el equilibrio en su opuesto. Primero buscas la causa, la comprendes y así verás desaparecer el efecto. Si tus acciones son causas positivas para ti, cosecharás efectos positivos también. De forma análoga, la biblia dice: “el que siembra abrojos recogerá espinas”. Esa descripción representa el principio de causa y efecto, y el efecto boomerang.

Algunas personas creen que pueden seguir siendo crueles, violentas y mezquinas esperando tener buena salud, amor, fortuna y felicidad. Hay gente que siempre está enviando vibraciones negativas, energías con odio, egoísmo, ira. Tarde o temprano se recogerá su cosecha, confusión y caos. Si siembras maldad, maldad recibes. Si siembras bondad, bondad recibirás. El hombre, con su forma de actuar está destruyendo el planeta; con guerras, contaminación y cambio climático. Y lo que recibimos a cambio, son las reacciones del planeta. Son las respuestas a ese maltrato (terremotos, tsunamis etc.).

Cuando dañamos a otra persona y ésta fallece sin que se haya resuelto el daño causado, el inconsciente crea una deuda para la siguiente vida. Cada uno debe analizar el conjunto de información que ha recibido a lo largo de su vida. Conscientemente debes seleccionar aquello que deseas mantener en tu mente y lo que debes desechar. En este proceso se debe reconocer lo que se hereda del clan familiar, padres, abuelos. Cortar con la herencia que no te corresponde, que sólo te ata al pasado y elegir sólo la herencia que te abre un nuevo camino y que tú deseas. A través de la reencarnación los que están atrapados por el Ego tienen la oportunidad de saldar esa deuda.

Porque el Universo o DIOS (que no es el Dios del castigo); es él de la misericordia, del amor y no deja a su hijo en eterno castigo. Eres tú mismo quien ha pedido ese castigo. El Universo siempre da la oportunidad de saldar tu deuda y poder rectificar tu error, cambiar tu creencia sobre la culpa por el verdadero AMOR. Si envías buenos pensamientos, sólo desde la coherencia, te vuelve lo bueno. Si das amor, el amor te vuelve. Si das dinero, el dinero fluye de vuelta hacia ti. La física dice que hay una reacción igual y opuesta para cada acción. Para está ley física todo lo que das o envías fuera, vuelve de regreso siendo una energía igual o diferente, pero opuesta.

La reencarnación es la herramienta utilizada por la conciencia de tu ser, para ayudar aquellos que están atrapado en la culpa, y así devolver su deuda. No sabe cambiar culpa por error. Si no, estaríamos hablando de un Dios injusto, que no perdona a su hijo. La reencarnación es una forma de evolucionar, de seguir aprendiendo, de seguir transformándote. Esta es la única explicación lógica a la aparente injusticia que vemos en el mundo. El principio de causa y efecto dice que simplemente no puedes conseguir y conservar algo mayor de lo que has dado. Debes ser más y dar más, para tener más. Se debería enseñar esta Ley a los niños animándolos a ser dadores al igual que recibidores.

El buen karma, como lo llaman algunos, conduce al buen Dharma. Por supuesto que lo opuesto también es verdad. Cuando notes un sentimiento de resistencia contra alguien sin ningún motivo es porque inconscientemente tienes un rechazo hacia ella. No sabes por qué. Es que viene de otra vida. Y también ocurre, cuando entre dos personas existe una atracción de amor y armonía, una afinidad de forma fácil y sin saber por qué. Es seguro que estuvieron en contacto en vidas anteriores. También, sin darte cuenta, fábricas y decretas con tú mente falsas creencias que rigen tu destino y hasta el destino de los demás.

Cuando tus decretos o pensamientos se manifiestan y, nadie, más que tú se creé responsable de tus culpas, llega el pánico. Y, en vez de culparte a ti, buscas a quién culpar y castigas a los demás. Entones, ¿qué te ocurre? El pánico hace que te sientas culpable y responsable. Estas castigando a la materia (a tu cuerpo), te castigas a ti mismo, (te flagelas por medio de la enfermedad), de forma inconsciente. Claro está que nadie toma un látigo en la mano, eso no se estila. Pero sí, procede a torturarse mentalmente. La mente procede a vigilar como un policía y a decirse ¿Ves qué ocurre? ¡Ya caíste otra vez! ¡Ya lo volviste a hacer! ¡Lo siento, vas a volver a sufrir las mismas consecuencias!

Y esto se repite una y otra vez hasta que el cuerpo somatiza estos pensamientos de culpa, en forma de castigo. Todo lo que somatiza el cuerpo, es decretado desde la mente. Todos los días repetimos el 95% de los pensamientos. Provocando que vuelvan a ocurrir las mismas consecuencias. La culpabilidad mental, hace que fabriquemos castigos mentales, para torturarnos a cada desliz. Así no podemos evolucionar, no se puede cambiar. Cualesquiera que sean las causas (el pecado, el error, la imperfección) que hayan sido cometidas, existen maneras desde el consciente de transmutar esos errores.

¿Sabes lo que quiere decir transmutar? Disolver, borrar completamente y sin costo alguno, volver a elegir. No sólo cabe el error, se puede modificar, se puede cambiar. Porque eres consciente que el pecado no existe, cambias el miedo, el error, por el amor. Para algunos, estos comentarios que vienen pueden ser emocionantes. Por ejemplo, si tu objetivo es usar estas leyes para aumentar tus ingresos. Mucha gente tiene un momento difícil, cuando le recuerdas que esto también se aplica al dinero, como a cualquier otro tema de su vida. Después de todo, el dinero es sólo una idea. Hemos creado el papel verde con tinta; sobre él, representamos al dinero. En otras palabras, el dinero es energía; igual que cualquier otro tema, situación, objeto o ser vivo.

LA CAUSALIDAD DESDE EL KYBALIÓN
«Toda causa tiene su efecto, todo efecto tiene su causa; todo ocurre de acuerdo con la ley. El azar no es más que el nombre que se le da a la ley no reconocida. Hay muchos planos de causalidad, pero ninguno escapa a la ley» EL KYBALIÓN. El principio de causa y efecto resume la verdad de que nada sucede casualmente. Que la casualidad es sólo un término que indica la existencia de una causa no percibida o reconocida. El fenómeno de casualidad debiera ser continuo, sin embargo, no hay solución de continuidad.

El diccionario de la lengua inglesa Webster, publicado en 1828, define la palabra casualidad diciendo que «es un supuesto agente o modo de actividad diferente de una fuerza, ley o propósito. La operación o actividad de dicho agente, es el efecto supuesto de tal agente, un suceso, una cosa fortuita, una casualidad, etc.». Esta descripción demostrará que no puede existir dicho agente casual, en el sentido de algo externo y fuera de la ley; algo aparte de la causa y del efecto. El principio de causa y efecto se encuentra presente en todo pensamiento científico antiguo o moderno. Los principios del Kybalión, fueron transmitidos de maestro a discípulo, de iniciado a principiante, desde los tiempos de Thoth y Hermes.

El principio de causa y efecto ha sido aceptado como correcto por todos los pensadores del mundo. Entenderlo de otra manera sería sacar al Universo de la totalidad del dominio de la ley y del orden, relegando a ese algo imaginario que el hombre llama casualidad. Vamos a ver la diferencia entre las palabras casualidad y causalidad. Casualidad es lo que supuestamente ocurre por azar. Y esto es imposible, nada ocurre de este modo. La causalidad es simplemente el origen de todo efecto. No hay sitio en el Universo para nada que pueda funcionar independientemente de una Ley.

La existencia de algo semejante convertiría a todas las leyes universales del Kybalión en cosas sin valor, sin eficacia, en algo susceptible de ser cambiado a capricho. Lo cual traería como consecuencia inmediata un caos. Aquí van algunos comentarios ilustres sobre la causalidad. Buda decía: los efectos siguen a las causas como la sombra al cuerpo. Jesús dijo: con la vara que midieres serás medido. Hermes comentó: con la misma energía con que un péndulo oscila hacia la izquierda, con esa misma energía oscila hacia la derecha. Si la humanidad hubiera comprendido la enseñanza de Buda, Jesús, Hermes, etc., se encontraría en un camino para un despertar de conciencia, para un cambio, una transmutación.

Y entonces los estados de evolución humana vividos serían felices frente a la naturaleza y la vida. El mundo se halla cada vez más civilizado, pero totalmente inculto en lo relacionado con la naturaleza. Estamos viviendo en un mundo en que debería estar enfrentándose al reto del calentamiento y del enfriamiento global del planeta. El ser humano debería estar aprendiendo a tener un diálogo interno con su yo. Este diálogo interno es como si hablaras con un amigo interior; haciéndole preguntas, compartiendo esperanzas. Comienza ya a escuchar sus respuestas. Llegarán, es cuestión de práctica.

Los principios del Kybalión son inmutables y se cumplen inexorablemente. Todas estas leyes o principios funcionan en todo y dentro del TODO. Un examen cuidadoso demostrará que lo que llamamos casualidad es sólo, una expresión que tiene que ver con causas oscuras. Es decir, causas que no podemos percibir. Causas que no podemos comprender, causas no descubiertas o no buscadas. La palabra casualidad viene de una frase que significa echar los dados. Pero cuando se examina el asunto se verá que en la caída de un dado no hay casualidad. Que sólo es una mera caída. Es decir, es un efecto del azar. Cada vez que cae el dado en un número, obedece a una ley que gobierna el giro de los planetas en torno al Sol.

Tras la caída del dado existen unas cadenas de causas, unos eslabones, que la mente no puede comprender. Empieza con la posición del dado en la caja. La rapidez del movimiento de la mano. La energía muscular empleada al arrojar los dados. La postura del dado dentro del cubilete. La vibración de la mano que lo impulsa. El estado de la mesa, una arruga de la mesa, etc. Son tantas causas que en el efecto no pueden verse todos estos factores. Si se juntan ordenadamente, tantas veces caerá el dado de la misma cara, se equilibran todas las caras. Pero de todas estas causas, al caer el dado depende del número que muestre en su cara superior.

Si se arrojan los dados un gran número de veces, se verá que los puntos marcados son casi iguales; esto quiere decir que saldrán igual número de unos, de dos, etc. Si arrojas una moneda al aire al caer, dará cara o cruz. Pero si se arroja un número de veces suficiente, las caras y las cruces se igualarán al final. El universo lo equilibra todo. Nadie gana ni pierde. Todos los juegos de azar dependen de la combinación de factores. No existe la suerte. Esto lo saben muchos jugadores profesionales. El principio de causa y efecto funciona en el juego como en todo. Siendo los factores que concurren en el juego, la causa. Y el efecto, la caída del dado en determinada posición.

No es un juego de casualidad o azar; sino un juego de causalidad. Todo está bajo la ley de causa y efecto. Si pudiéramos examinar todas las causas, veríamos que es casi imposible que el dado cayera de otra forma (efecto) que en la que cayó. Si no se darían otras circunstancias y otro tiempo de causación. Siempre que se dan las mismas causas, se producen los mismos efectos (resultados). Cualquier hecho tiene su causa y su para qué. Nada ocurre sin causa o, mejor dicho, sin una cadena de causas. Los que tienen dudas se pueden preguntar… ¿Por qué no se puede explicar? qué una cosa puede ser causa de otra. La respuesta es simple, porque ninguna cosa puede producir o crear otra.

La causa y el efecto residen en los sucesos. Son eslabones que se enlazan en la cadena de sucesos que fluyen de la energía creadora del TODO. Existe siempre una relación entre todo lo que ha pasado y todo lo que sigue. Una piedra se desprende de la montaña y se aplasta contra el tejado de una granja situada en un valle. A primera vista parece obra de la casualidad; pero si se examina se encontrarán una cadena de causas tras la caída del tejado. En primer lugar, lo que pudo ocurrir es que unos días antes la lluvia fue la causa, que ablandó la tierra que sostenía a la piedra, haciéndola caer. Antes de esa causa estaba la influencia del Sol y de otras lluvias. Esas causas, poco a poco fueron desintegrando la piedra de la roca.

Antes estaban las causas que contribuyeron a la formación de la montaña. Anteriormente, su elevación sucesiva por medio de terremotos y erupciones volcánicas de la tierra. Podemos también revisar las causas de la lluvia, como estaba el tejado y así hasta el infinito. En una palabra, estaríamos envueltos en un laberinto de causas y efectos. Pasan por encima de la oscilación negativa del péndulo, por lo que no pueden atraparnos y la conciencia no puede verse afectada por la oscilación. Es lo mismo que elevarse por encima de algo que viene contra nosotros y dejarlo pasar por debajo, sin tocarnos.

Son personas que sus deseos, su voluntad, su coherencia, etc., son más fuertes que otros, más débiles en su personalidad. La mayoría de las personas son arrastradas como una piedra; obedeciendo al entorno, influencias o emociones internas, etc. A toda esta gente más débil, los arrastran sin ninguna resistencia de su parte. Estas personas más débiles suelen creer que en verdad son ellos quienes se mueven. Y la verdad es que no son más que fichas en el tablero de ajedrez de la vida, desempeñan su parte y luego quedan a un lado; fuera del juego. Pero los que conocen la verdad, o sea, las reglas del juego se elevan, por encima del plano material. Saben colocarse por encima del péndulo. Saben neutralizar y elevarse por encima de los planos. Se convierten en directores del juego, en vez de en fichas.

Todo esto nos muestra la relatividad, la asociación de sucesos y cosas. De todo deducimos que nada hay grande ni pequeño en la mente que todo lo creó. También es cierto que, si un hombre no hubiera encontrado a una mujer en la edad de piedra no estaríamos aquí y ahora. Todo pensamiento generado por la mente, todo acto realizado tiene su resultado directo e indirecto, que es el que enlaza la cadena de causas y efectos. Y sí, quizá esa misma pareja nunca se hubiera encontrado. Quizá no hubiera hecho un curso sobre las leyes universales. Quizás yo no me hubiera parado para escribir estas reflexiones sobre los principios del Kybalión.

Y el mismo hecho que se escriban estos mensajes por mí parte. Y también que vosotros aprendáis y llevéis a cabo la acción de esta sabiduría. Que afectará no solamente a vuestras propias vidas, sino que también tendrá un efecto directo o indirecto sobre muchas otras personas que viven actualmente o que vivirán en un futuro próximo. Todos estos pensamientos generados en nuestra mente, todo acto de sabiduría realizado tiene un resultado directo o indirecto. Son eslabones que se coordinan en la gran cadena de causas y efectos. Todo esto sin entrar en el libre albedrío y el determinismo. Las enseñanzas de Hermes Trismegisto dicen que cualquier ser que está despertando su conciencia, puede emplear la ley contra las leyes, principio contra principio. Siempre lo superior prevalecerá sobre lo inferior. Quién comprende este plano interno, despierta la conciencia y la conecta a su ser, a su alma y a su espíritu.

La ley de Causa y Efecto dice que: «Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo a la ley; la suerte no es más que el nombre que se le da a la ley no reconocida; hay muchos planos de causalidad, pero nada escapa a la ley».

La verdad es que todo efecto tiene su causa y toda causa su efecto. Porque nada ocurre casualmente, todo sucede conforme a la Ley.
Si eres capaz de encontrar las causas, eliminarás sus efectos. Es decir, todo cuanto nos pasa (efecto) tiene un origen (causa) y esta causa es algo concreto y especifico.

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REGRESIÓN-HIPNÓTICA… Algunos expertos consideran que las imágenes que acuden a la mente bajo la regresión no son recuerdos de una vida anterior... son imágenes oníricas a la manera de los sueños construidas con fantasías, pero sirven al paciente para el cambio o evolución de su vida. ¿Cómo se debiera empezar una sesión y que hay que preguntar?: lo primero que si es de día o es de noche… Comienzo por saber sí percibe el paciente si hay luz u oscuridad. Si me dice que no sabe, le digo que pronto se dará cuenta. No hay que meterle prisa. Tener en cuenta que los recuerdos son siempre una construcción de la mente.
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LA PARAPSICOLOGÍA… Los fenómenos parapsicológicos señalan ostensiblemente la actuación de factores por lo común no conocidos o no reconocidos por la ciencia ortodoxa, a los que solemos referirnos como factores paranormales". Que resulte inexplicable por las ciencias establecidas es condición necesaria para la estimación de un fenómeno como "paranormal", pero no es condición suficiente; tales efectos deben presentar además rasgos propios, específicos, que los distingan y aparten de los fenómenos naturales, tanto normales como anómalos, cuyo dinamismo se ajusta a las relaciones de variables conocidas o utilizadas por la ciencia oficial. Es característico que cualquiera sea el hecho paranormal, puede ser debido a una inteligencia desconocida (humana o no).
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LA METAFISICA… Según Immanuel Kant, las afirmaciones metafísicas no se pueden dar en juicios sintéticos a priori, lo que excluye que la metafísica pueda constituirse en ciencia positiva al estilo de la física o las matemáticas. Esto dará lugar en el siglo XX a la lectura de la metafísica occidental como teología del ser y, por lo tanto, a la necesidad de repensar la cuestión del ser desde el origen mismo de los pensadores anteriores a Sócrates. Aristóteles designó la metafísica como «ciencia primera». En la química se asume la existencia de la materia y en la biología la existencia de la vida, pero ninguna de las dos ciencias define la materia o la vida; solo la metafísica suministra estas definiciones básicas. Seguir leyendo... más información...

LENGUAJE NO VERBAL… Hay tres clases de movimientos observables: los faciales, los gesticulares y los de postura. Aunque podamos categorizar estos tipos de movimientos, la verdad es que están fuertemente entrelazados, y muy frecuentemente se hace difícil dar un significado a uno, prescindiendo de los otros. En la comunicación verbal, siendo el lenguaje el factor más importante, reconocemos que producimos y recibimos una cantidad muy grande de mensajes que no vienen expresados en palabras. Estos mensajes son los que denominamos no verbales, y van desde el color de los ojos, largo del cabello, movimientos del cuerpo, postura, y hasta el tono de la voz, pasando por objetos, vestidos, distribución del espacio y el tiempo. Seguir leyendo... más información...

Algunas de las frases favoritas extraídas de...“EL GRAN LIBRO DEL KYBALIÓN”:
1: CUENTO ZEN… en el que un guerrero, le pide a un maestro que le enseñe. El maestro le invita a un té. Empieza a servirlo y sigue sirviendo té en la taza, hasta que éste se derrama. El guerrero aprende que no se puede llenar una taza que ya está llena.
2: No entrarán las cosas que pides en tu vida, sin que antes vacíes las cargas o situaciones de las que estas lleno.
3: La responsabilidad se proyecta hacia fuera; para que la limpiemos. Y nos da pistas, para que sepamos por donde mirar. Lo que te molesta en otro, es que está también en ti.
4: Todos somos parte de la misma conciencia universal, por lo tanto, nuestra vida es una continua relación con los demás… hijos, padres, parejas, amigos, vecinos, compañeros de trabajo, etc.
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Los cursos que dan soluciones a tu vida

Mi pasión y enfoque está orientado hacia la formación de los estudiantes, también en la divulgación de los manuscritos publicados... y enseño a vivir en coherencia.

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Te presento algunos artículos y publicaciones que se encuentran en mi blog y grupos de redes sociales. Son mis pensamientos e ideas que las expongo aquí para que las puedas leer, reflexionar y analizar.
Espero que te ayuden, como en mi lo hicieron.

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Os presento a mis dos libros publicados, un nuevo marco de sabiduría para aprender, investigar y comprender, son la llave que abrirá las numerosas puertas internas que conducen a la creatividad y al cambio de conciencia.

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